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Gabriel Corona Ibarra Córdoba

La mirada del arcano del perro en la mirada del artista Gabriel Corona Ibarra Córdoba

Arcano, es nuestra intensidad, es literatura, arte, danza, es el secreto de los Eones.

Justo cuando en el espacio endrino la primigenia estrella comenzó a brillar, luz que penetro la oscuridad, la desgarró; dejando un sendero libre, paso obligado de la inteligencia divina, corona que crea presencia en su dextrógiro.

En la materia se concentraba la energía, pulsar de los misterios, rayo prometeico, que recorrería las columnas que sostienen el cosmos, construyendo los senderos de la vida. Caminos que armonizan, dándonos el significante gráfico de lo que sucede en su continente.

Ahí el código quedó oculto en los símbolos.

Imperó el Silencio.

Del Silencio brotó el sonido.

El sonido cortó el espacio y creó la palabra hablada.

La palabra hablada, se fraguó en los pergaminos del tiempo…

y el tiempo se argamasó con el movimiento, allende nuestro mundo.

Así; en el justo momento que el ser humano imprimió su huella en las arenas, buscó conocer su realidad, más tarde; dominarla; contenerla. El medio utilizado para lograrlo fue, sin duda, la Imagen y el movimiento. A través de estos; las sociedades avanzaron de manera insospechada. Dejando plasmado el conocimiento en representaciones pictóricas razonadas, luego coaguló los sonidos; la abstracción de la palabra escrita, pero siempre acompañadas por el dinamismo del movimiento (migraciones, cantos, danzas, rituales, etc.).

Hoy las circunstancias bailan con nuestra vida, nuestra aspiración está abocada a reavivar el sueño con el fin de llegar a transformar la realidad que nos rodea para bien de todos. Por ende; es de gran valor, poder plasmar la historia, lograr que la realidad de nuestro pueblo sea arraigada y ratificada, que nuestras raíces tengan vida, que la tradición vibren en la dinámica de un pueblo ávido de conocer su origen… avasallando la ignorancia, mientras expresa su libertad.